Evolink: Sistema de construcción orgánico

Ganador del Premio Braun 2012 para Latinoamérica en Alemania.

Su nombre proviene de Evo, por la evolución y de Ollin, de nuestra palabra náhuatl que significa “movimiento perpetuo”. Evolink es un sistema de juego capaz de reinventarse a través del niño, de ser adaptable y tener una vida útil prolongada. Evolink no es sólo un juguete, es una experiencia de juego que va creciendo con el niño. Proviene de un concepto de diseño basado en la observación, la investigación y el análisis cruzado de variables en tres contextos estratégicos, la evolución, el niño, y el juego.

El juego es un asunto serio de nuestros primeros años tiernos, que no sólo es nuestro hobby, es una nuestra pasión, nuestro deber, y una habilidad de supervivencia. No podemos hablar acerca de jugar sin hablar de los juguetes. Un juguete es un sistema, un objeto diseñado para cumplir esa tarea puede fallar si el niño no se preocupa lo suficiente como para intentarlo y hasta los objetos más cotidianos y aleatorios pueden tener éxito en la misma tarea.

El juguete también es uno de nuestros primeros encuentros cercanos y personales con el diseño industrial, es un asunto que nos debe afectar a los diseñadores. Entonces, ¿qué tipo de juguete podría dar a los niños una experiencia de juego sin cumplir? El problema es que no hay una gran respuesta a esta pregunta, hay tantas respuestas como niños jugando o incluso más, porque esa es la naturaleza del juego libre, el cambio.

La evolución podría ser la clave, a lo largo de la historia natural de allí uno han sido un campeón indiscutible de la supervivencia, los beneficios que le trajo a la cima algún día podrían ser las semillas de su propia destrucción. Jugar no es muy diferente, también es un campo de batalla de la selección natural. Si un juguete es lo suficientemente flexible como para soportar estos cambios es menos probable que va a terminar en el mercado de pulgas o el contenedor pronto.

proceso evolink